viernes, 17 de abril de 2020

ROLAND EL HÉROE FRANCÉS


Siguiendo a Jean Bayat podemos realizar la siguiente breve síntesis del cantar de gesta francés:
Carlomagno debe negociar con el rey musulmán de Zaragoza, que pide la paz. Ganelón, el traidor, permite a Marsilio cercar la retaguardia mandada por Roldán. Cuando éste se decide a pedir auxilio a su tío Carlomagno, todos los guerreros, entre los cuales se encuentran Olivier y el arzobispo Turpin, se halla moribundos. Carlomagno extermina a los sarracenos, y en Aquisgrán Ganelón es descuartizado.
En este marco temático de la traición el personaje de Roldán sobrino del legendario Carlomagno será el centro de atención del cantar. La acción heroica del poema serán sus hazañas al enfrentar a los sarracenos en tierras de España.
Aunque el protagonismo es en cierta medida compartido con Carlomagno.

EL HÉROE: SU ASPECTO FÍSICO.
Lo primero que surge a la vista del héroe épico es su aspecto físico. Artal afirma lo siguiente con respecto al aspecto físico del héroe:
En tanto guerrero su aspecto físico, su vigor y capacidad para el combate, constituye una marca distintiva.
Debemos complementar esta visión con los postulados de Verdel citado por Artal:
®                 El héroe es de vigorosa osamenta, musculoso, ancho de espaldas, de puño grueso y tosco.
®                 Sus brazos muestran su belleza.
®                 Todo su aspecto recuerda a la guerra. Manos ásperas llenas de cicatrices y manchadas de sangre, sientan mejor a un hombre que manos delicadas y blancas.
®                 La pérdida de cabellos o de la barba equivale a perder la virilidad.
®                 El corazón es lo que distingue al héroe. El corazón en la mayoría de los idiomas, el asiento del valor.
Las primeras líneas de la Chanson dejan en claro la excelencia física de Carlomagno:
“…allí se sienta el rey que domina a Francia, la dulce. Su barba es blanca, y floridas sus sienes; su cuerpo es hermoso, su porte altivo: no hay necesidad de señalarlo al que lo busque. Y los mensajeros echan pie a tierra y lo saludan con amor y respeto.”
Carlomagno coincide con el ideal de héroe épico y debemos sumarle que en poema heroico Carlomagno es un hombre de doscientos años. Su longevidad al igual que su barba se convierte en símbolo de sabiduría otra marca elemental del héroe épico. En el caso de Roldán no tenemos descripciones físicas.

LAS ARMAS DEL HÉROE
Dos armas se destacan en Roldán: Durandarte, su espada y el olifante que tocado en España puede ser oído en Francia. Artal afirma con respecto a las armas:
Las armas del héroe son una extensión de su cuerpo por lo tanto gozan de habilidades extraordinarias. Las espadas poseen nombres propios. Los héroes les hablan y en la poesía germana llegan a tal grado de humanización que le canta y amonesta al héroe. Entre las armas defensivas la que más llama la atención es el escudo.
A las palabras de Artal debemos sumarle las de Roldán. El héroe afirma sobre su propia espada:
Nunca escucharán mis deudos tal reproche. Cuando se entable la feroz batalla, mil y setecientos golpes habré de asestar y veréis ensangrentarse el acero de Durandarte.
El olifante:
-Muy crecido es el número de los sarracenos y escaso me parece el de nuestros franceses. Roldán, mi compañero, tocad vuestro olifante: Carlos lo escuchará y volverá el ejército.
Estas armas representan extensiones de su cuerpo. El olifante es una extensión maravillosa de su voz que puede vencer las distancias. Y Durandarte es la extensión de su brazo y la herramienta que utiliza la justicia divina para hacerse oír en la tierra.

EL HÉROE Y SUS PARES
Si bien Oliveros y Turpín  representan los ideales medievales no lo hacen a la envergadura de Roland. Él sobre pasa a sus pares en sus acciones. Su temeridad exageración de la virtud aristotélica de la fortaleza lo convierte en un ser superior a sus pares. Este punto está en estrecha relación con las virtudes el héroe de las cuales Artal afirma:
Poseen en grado superlativo las cualidades que los otros hombres poseen en forma limitada.
Ambos pares de Roland poseen las mismas cualidades pero en menor. No pueden compararse con el héroe quien va más allá de toda posibilidad humana en la virtud de la fortaleza.

LOS ERRORES DEL HÉROE
El error de Roldán se desprende de la virtud de la fortaleza en grado superlativo. No llega a ser consciente de la necesidad de pedir ayuda:
-¿Por qué habrían de menoscabarnos? -insiste Oliveros-. He contemplado a los sarracenos de España: son tantos que cubren montes y valles, colinas y llanuras. ¡Poderosos son los ejércitos de esta turba extranjera y muy reducido el nuestro!
Y responde Roldán:
-¡Ello me enardece más! ¡No plegué al Dios de los cielos ni a sus ángeles que por mi culpa pierda Francia su valer! ¡Antes prefiero la muerte a soportar el escarnio! ¡Cuanto más recios sean nuestros golpes, más habrá de querernos el emperador!
El brutal error de Roland al no tocar el olifante con lo cual muere él y todos sus pares es causa de su propia virtud de la fortaleza elevada a grado superlativo.

LAS VIRTUDES DEL HÉROE
Las virtudes de Carlomagno son espejo de las virtudes de Roldán ambos son movidos por el mismo espíritu de combate. El mejor retrato de las virtudes de Carlomagno pueden observarse en las palabras del traidor:
Carlos no es cual vos pensáis -responde Ganelón-. No hay hombre que al verlo y al aprender a conocerlo, no diga: "el emperador es un valiente". No podrían mis palabras alabarlo y ensalzarlo lo suficiente: hay en él más honor y más virtudes de las que puedo expresar. ¿Quién podría describir su inmenso valor? ¡Tanta nobleza hace Dios resplandecer en su persona! Preferiría morir antes que faltar a sus barones.
Roland es reflejo de las virtudes de Carlomagno por lo cual podemos aplicar las palabras de Ganelón a Roland.

EL DESCENLACE DEL HÉROE
Siguiendo a Susana Artal podemos afirmar que en pocos casos el héroe resulta triunfador al final del cantar. Por lo general al héroe le corresponde un final trágico. Determinante para el héroe no solo de ficción sino para el héroe real. En el héroe francés su trágica muerte al tocar el olifante tiñe su muerte de gloria, una gloria que solo se alcanza con la muerte.
En palabras de Bowra:
Culmina con una gloriosa llamara que ilumina todo su carácter y su accionar. Si muere tras una lucha heroica, revela que, al llegar a la prueba final, está dispuesto a sacrificarse por sus ideales.
La muerte trágica de Roland representa justamente una muerte en defensa de los ideales de la Francia medieval muere defiendo la cristiandad, su patria, y a su señor feudal (Carlomagno).

LA RELIGIÓN: MÓVIL DEL HÉORE
En la cosmovisión teocéntrica del mundo medieval está el móvil del héroe. El enfrentamiento con el infiel y la expansión del cristianismo a España son las marcas que señalan este móvil. Roland debe ir a España a enfrentarse con el infiel adorador de Mahoma y Apolo.
Este móvil se complementa con el móvil natural propuesto por Artal:
El móvil más natural del héroe es lograr la gloria desplegando las proezas a que lo lleva su ideal de hombría.
En estrecha relación con el móvil religioso el ideal medieval de hombría representado en el cruzado es el que motiva a Roland a llevar adelante su enfrentamiento con el mundo musulmán.
Ideal religioso e ideal de hombre se complementan de manera perfecta en Roland.

CONCLUSIÓN
En el desarrollo del trabajo se pudo observar los elementos constituyen a Roland como héroe épico.
En cuanto a su aspecto físico si bien el poema no ofrece una descripción del héroe se refleja en Carlomagno de quien sí tenemos descripciones.
Observamos a su vez sus armas, sus virtudes en relación con sus pares y su error al no tocar el olifante. Todos estos elementos nos dan una visión global y nos permiten caracterizarlo como arquetipo de héroe épico medieval. Decimos medieval por estar en estrecha relación con la cosmovisión teocéntrica del medioevo. Esta cosmovisión nutre y define al héroe francés como ideal humano.

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