viernes, 17 de abril de 2020

ELEGÍA A UN SOLDADO MUERTO POR LA LIBERTAD


1.    INTRODUCCIÓN

Este poema póstumo de Alfredo Bufano se constituye en una dura crítica a la geopolítica de la posguerra. Su cosmovisión católica se cruza en el poema para mostrar como los héroes de la segunda guerra mundial se convirtieron en los nuevos opresores del orden resultante de la posguerra. El poema es profético. La posguerra nos vertió en el infierno de la Guerra Fría y las constantes amenazas del caos nuclear. Bufano no alcanzó a ver el mundo de la posguerra murió en sus inicios, pero su visión traspasó la frontera del tiempo y es un poema contestatario que ha alcanzado un grado sublime de universalidad. Todos los caídos en las guerras injustas, en las guerras en las cuales la única motivación ha sido la sed de poder se trasfiguran en este poema. El soldado de la puede ser cualquier caído en las guerras ocultas de los OTAN y el bloque del este.

2.    ORGANIZACIÓN DEL POEMA

La elegía presenta el siguiente esquema organizativo. El punto 1) se corresponde a una introducción, los puntos 2), 3) y 4) se corresponden con la historia personal del “yo lírico”. El punto 5) constituiría el envío o la reflexión final.
PARTE
ESTROFAS
TEMA
1
1 y 2
Razones del soldado para morir
2
3, 4, 5, 6 y 7.
Locus Amenus (vida pastoril y labriega).

3
8 a la 19.
Descenso a los infiernos (partida a la guerra).

4
19 a la 26.
Muerte del soldado
5
27 hasta el final.
La muerte ante una inútil victoria.
Es el único poema de Bufano escrito en verso libre lo cual es toda una curiosidad y hasta podríamos decir que es un leve acercamiento al Neorromanticismo de la década del cincuenta por su estructura y temática de posguerra.

3.    LOS PARATEXTOS

El poema es acompañado de dos imágenes bastantes significativas conviene analizar. Y no podemos dejar de pensar en cierta disposición del título. ambos elementos nos brindan un gran aporte a la interpretación del poema.
Si observamos la disposición del título del libro lo primero que se pone de manifiesto en la palabra ELEGÍA resaltada en rojo. El rojo como es evidente
es un color que relacionamos con la sangre, con la muerte. Y en simultáneo antes de acceder al poema ya entendemos que se tratará de un poema profundamente triste. Luego la información es ampliada con la introducción del resto del título del poema.
Posterior al título encontramos una ilustración que nos remite a todo el contenido del poema. Un esqueleto crucificado sobre una espada. El sacrificio del soldado que se encuentra sobre una montaña de osamentas. La espada símbolo del combate rodeada de sangre y muerte. Imagen del sacrificio en vano que llevo adelante el soldado.
En la contratapa con la misma simbología encontramos el brazo de un esqueleto elevando desde un charco de sangre un gorro frigio. El gorro frigio es un símbolo clásico de la libertad. Nuevamente podemos relacionar este ícono con la imagen del soldado luchador de la libertad ahogado en la sangre que significó su victoria inútil.
Nos interesa resaltar las imágenes justamente porque son el anuncio de lo que vamos a leer al adentrarnos en el poema. Una lucha sangrienta por la libertad que culminó en un lamento profundo.

4.    LA ELEGÍA

La elegía en cuanto género se caracteriza por ser un poema en el cual se vuelca un lamento profundo. En la antigua Grecia la elegía era un canto funerario. Ambos conceptos deben ser volcados en el poema de Bufano. Tenemos un yo lírico que manifiesta su profundo dolor por su muerte, una muerte que ha sido en vano. Una elegía funeraria que no solo abarca al soldado muerto sino a toda la civilización que ha sido derrotada por la posguerra. Entonces el lamento crece y toma proporciones épicas el yo lírico se manifiesta como un héroe derrotado por las circunstancias que presenta ante un nuevo orden mundial en el cual los salvadores del mundo se han convertido en los opresores.

5.    EL CONFLICTO IDEOLÓGICO EN LA COSMOVISIÓN DE BUFANO

El pensamiento religioso de Bufano se manifiesta en cada punto del poema. Durante la primera mitad del siglo XX el papado condenó el liberalismo, el comunismo y el nazismo. Es evidente que el poeta era conocedor de estas condenas a los grandes sistemas ideológicos del siglo XX. Son denunciados en cada verso del poema.
Por otra parte, es innegable que hay en el poema una defensa de la dignidad humana que durante el siglo XX se vio coartada por estos sistemas ideológicos. Los campos de concentración nazis y los Gulags soviéticos en los cuales los opositores fueron deshumanizados para ser llevados al exterminio.
Y por último una defensa de la libertad. ¿Pero cómo debemos entender la libertad dentro del poema? Para esto debemos remitirnos a los puntos centrales del poema. La libertad ya aparece en el poema desde el título. Y debemos destacar que el yo lírico es un soldado americano esto deja una impronta particular que nos puede desviar del verdadero significado de la libertad dentro del poema. Los hombres son esclavizados mediante la aparición de los sistemas totalitarios dentro de sus vidas. La existencia se ve coartada. Son obligados a dejar su tradición y su vida para arrojar incienso sobre los ídolos de la ideología. Tres elementos se resaltan en el soldado y que son los mismo que se afana en proteger: Dios, la patria y la familia. No poseer de estos tres elementos es carecer de libertad. Son los mismos elementos que nos entroncan en una tradición, en una sociedad, en una cultura. El Soldado marcha en defensa de estos valores.

6.    ¿QUIÉN ES ESTE SOLDADO?

El yo lírico del poema tiene dos aspectos centrales: es soldado y es agricultor. Estas dos dimensiones se unifican para crear una red de significaciones que permite comprender la magnitud de la lucha por la libertad.
El poema convierte al Soldado en un símbolo. Se relaciona estrechamente con la épica. La protección la patria, la familia y el móvil religioso son propios del héroe épico. Sabemos que es un soldado creyente, que es agricultor y que antes del conflicto tenía un compromiso matrimonial.
Se configura como un héroe épico por tres rasgos:
·         Tiene las virtudes heroicas en grado superlativo: la defensa de la libertad humana como constitutivo de su dignidad,
·         Su móvil es la religión rasgo que queda claro por su espiritualidad que se transmite en cada verso del poema,
·         Y tiene un final trágico el Soldado ha muerto en combate por sus valores y virtudes.
Morir por Dios, por la patria y por la familia es un tema recurrente en el mundo de la épica griega y medieval. Se convierte de esta manera en un arquetipo de la lucha por los valores trascendentes. Es así como este personaje consigue una profunda hondura simbólica. Se relaciona con toda una tradición de héroes épicos: con Roland tocando el olifante, con el Cid siendo desterrado…
Según Cirlot el agricultor representa una fuerza de regeneración, renovación y salvación (53).   Agrega a esta observación, siguiendo a Mircea Eliade, que el hombre aprendió de la naturaleza que la semilla y es enterrada y renace cobrando una nueva forma. Esto mismo ocurre con el hombre que tras morir vuelve a la vida recobrando una nueva forma (Cirlot, 53). ¿Qué interpretamos de estas apreciaciones de Cirlot? El yo lírico es agricultor y soldado. Si atenemos al primer aspecto es un elemento fundamental de la regeneración de la tierra en cuanto es capaz de reformar el orden cósmico. Su muerte es el sacrifico que florece en el árbol de la patria y la libertad:
Duro es morir en los juveniles años.'
Pero yo soy feliz porque lo hice por mi Patria,
por algo más bello todavía:
la libertad de todos los hombres de la tierra (Bufano, 1950, 5).
Los primeros versos del poema dejan entrever este aspecto del agricultor como renovador del orden. Pero es agricultor y soldado.

7.    ESPACIO/TIEMPO EN EL POEMA

Dentro del poema hay un juego profundo sobre el manejo del cronotopo entendido como la unión de espacio y tiempo. Tenemos tres lugares enlazados por el personaje: el espacio de la granja, el espacio de la guerra, el espacio postmortem. Cada uno de estos espacios tiene un tiempo determinado. El personaje realiza una gran analepsis saltando desde “el mundo de los muertos” para volver a rememorar su vida en el mundo de los vivos. Tenemos un comienzo en el locus amenus, el paraíso de la granja, y el descenso a los infiernos del cual no regresa vivo.
El tercer espacio no posee marcar textuales claras, pero podemos inferir que el soldado se encuentra ante Dios. Él es su interlocutor y a quién le está pidiendo volver a la vida para remediar la situación de la posguerra. Los siguientes versos nos ayudan a esclarecer a quién se dirige el yo lírico del poema:
¡Pero no puedo reposar, Dios mío! (Bufano, 1950, 5).
Pero un día —¡he aquí, Señor lo inenarrable—
aparecieron en el mundo
sobrecogido de dolor y de espanto
las siniestras jaurías
de la agresión y la barbarie sin fronteras (Bufano, 1950, 6).

¡Maté, Señor! ¡Y sé que es condenable matar!
Comprendo, Señor, que eran hermanos desconocidos. (Bufano, 1950, 8).
Las exclamaciones dirigidas a Dios son constantes en el poema lo que deja en evidencia que el Soldado se encuentra ante Dios. El Soldado está denunciado los crímenes de los sistemas totalitarios directamente a Dios en un pedido de retractar su fallida victoria.

8.    PARAÍSO/INFIERNO

Dentro del poema podemos identificar una dualidad entre paraíso (vida bucólica) y el infierno (vida en la guerra). Esta dualidad estructura una importante parte del poema. Entra en relación con el cronotopos poético pero en este caso analizaremos su matiz simbólico en relación con la tradición literaria y los tópicos. Dos tópicos podemos identificar:
a)    Locus amenus,
b)    Locus terribilis.
A continuación, veremos como van cobrando profundidad simbólica.
Luego de que el yo lírico comunica su muerte inmediatamente aparece su vida antes de la guerra. Diversos aspectos nos llevan de inmediato a un ambiente pastoril en el cual reina la belleza, la calma y el amor familiar y las esperanzas del amor representado en la novia del soldado. La vida rural se presenta como una herencia familiar lo cual lo arraiga a ese terruño el soldado afirma que es la sagrada herencia de sus mayores.
Yo vivía allá lejos, más allá de los mares,
más allá de muchos países desconocidos.
Era dichoso con mi arado y mis bueyes,
con mi hacha y mi cabaña
, sagrada herencia de mis mayores
como el sudor de mi frente
y mis leales manos encallecidas.

Los elementos del paisaje constituyen un elemento fundamental que conlleva una fuerte carga emocional. En la siguiente cita resaltamos las palabras fundamentales del poema que le dan un matiz afectivo a la tierra y las extensas praderas. Ambos elementos fundamentan el espacio simbólico del poema:
¡Qué amor sentía por mis campos!
Mi corazón era un cernícalo gozoso
sobre las dilatadas praderas. (Bufano, 1950, 5).

La vida agrícola del poeta se presenta como un locus amenus. La labor del campo y el contacto con la naturaleza son dos aspectos fundamentales de la vida Bufano. Gran contemplativo y con espíritu franciscano profundo, el poeta mendocino sabía que a través de la contemplación de la naturaleza se podía llegar a Dios. La vida labriega del soldado es la primera forma mediante la cual el llega al conocimiento de Dios. La vida rural es el paraíso no solo por el paisaje deleitable sino por el contacto con la divinidad por medio de la naturaleza. El siguiente verso nos permite esclarecer estas afirmaciones la plegaria se une al ambiente natural del soldado:

Mis plegarias se unían al canto de las alondras,
al rumor poderoso de los ríos,
al mugido cálido del toro
La ruptura se produce en la siguiente estrofa:

Pero un día —¡he aquí, Señor lo inenarrable! —
aparecieron en el mundo sobrecogido
de dolor y de espanto las siniestras jaurías
de la agresión y la barbarie sin frontera
¡Jamás vieron los hombres nada igual!
Aldeas, ciudades, naciones eran arrasadas
por hordas monstruosas de jabalíes enloquecidos
de soberbia, de orgullo y de codicia.
Torvas manadas de bisontes
profanaban los templos-y las tanderas. (Bufano, 1950, 6).
En el primer verso de la estrofa el conector de oposición “pero” quiebra todo lo dicho anteriormente. Inmediatamente la palabra inenarrable produce termina de producir el quiebre. Inenarrable dicción con varias acepciones, pero dos fundamentales:
a)    Algo majestuoso y descomunal,
b)    Algo que no puede ser narrado.
La palabra condensa estas dos acepciones ya que nos encontramos ante la desoladora situación del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Si nos remitimos al contexto histórico la Primer Guerra Mundial fue la primera contienda en la cual murió el mayo número de civiles de la historia hasta ese momento. Las nuevas armas devastaron las ciudades. La Segunda Guerra Mundial significó el mismo nivel de destrucción, pero en magnitudes aún mayores. El sentido de inenarrable debe entenderse en este contexto: una cantidad colosal de muertes militares y civiles cuyo rastro de sangre no puede ser narrado.
Los siguientes puntos de la estrofa continúan con una aliteración que marca el rastro de destrucción de la guerra. Es justamente introducida por la palabra inenarrable. Observemos nuevamente la estrofa:
Pero un día —¡he aquí, Señor lo inenarrable! —
aparecieron en el mundo sobrecogido
de dolor y de espanto las siniestras jaurías
de la agresión y la barbarie sin frontera (Bufano, 1950, 6).
Las aliteraciones serán constantes a lo largo del poema en los puntos en los que se destaca la guerra. En estrofas posteriores el labrador se convierte en soldado. La quietud del campo es quebrada y se ve en la obligación de mudarse las vestiduras lo cual significa cambiar los hábitos de vida, y asumir una nueva identidad:
Las legiones de monstruos
avanzaban por los cuatro rumbos del planeta.
Fué entonces, lo recuerdo,
cuando troqué mis ropas de labrador dichoso
por estas de soldado que hoy cubren mis cenizas- 7
Pero, descender al infierno de la guerra necesita una travesía. La siguiente estrofa señala este aspecto:
Atravesamos océanos, duros cielos,
remotos ríos, vírgenes selvas, aterrados archipiélagos,
desiertos espectrales, altiplanos, maniguas,
traidoras dunas y escondidas ciénagas.
Pero íbamos contentos. ¡Lo sabes tú, Señor,
que oías nuestras plegarias en la noche!
Lo saben todos los vientos
que se llevaban nuestras joviales canciones
y los himnos de nuestros países lejanos. 8
La enumeración anterior pone de manifiesto el ingreso al caos de la guerra. El héroe atraviesa el umbral. Se aleja del paraíso para adentrarse en la guerra. En ella asesina:
¡Maté, Señor! ¡Y sé que es condenable matar! 8. Pero comprende que fue por la libertad de los hombres.

9.    LA MUERTE DEL HÉROE


El héroe como dijimos tiene final trágico y este aspecto le da el primer impulso al tono elegiaco del poema. Encuentra la muerte y pasa al encuentro con Dios. Esto se produce en el campo de batalla:
¡Y un día yo también hallé la muerte!-
¡Ah, Señor, con qué extraña claridad lo recuerdo!
Tras dure encuentro nos tocó el reposo
con el acre sabor de la victoria,
Yo, cubierto de fango nauseabundo
y salpicado por la sangre
de mis camaradas caídos,
me acerqué a un arroyo murmurante
que atravesaba un delicioso huerto,
me eché de bruces sobre el fresco musgo
y hundí mi rostro en las corrientes aguas.
¡Qué acto simple, que delicia pura!
Los líquidos rumores despertaban.
en mí remotos ecos de canciones
de mi infancia libérrima, a en mis verdes prados. 10

El espacio de la muerte es bastante significativo supone un regreso al paraíso perdido de los versos iniciales. En el momento de la muerte el Soldado se encuentra con un arroyo y un huerto. En la estrofa siguiente se introduce la siguiente estrofa con un paralelismo sintáctico que con la repetición del verbo fue paraliza tiempo en el instante:
Fué en ese instante de total abandono,
fué en ese instante de laxitud y de entrega,
fué en ese instante de inefable olvido,
fue en ese instante en que mi alma reposaba
y yo era el hombre recuperado,
cuando llegó la muerte sigilosa,
invisible y artera. 10
Llega la muerte el poeta se encuentra en el medio del campo de batalla. Pero se siente un hombre recuperado. Vuelve al paraíso perdido de la estrofa anterior. Pero la muerte no alcanza porque la muerte no le permite descansar. Descubre que su muerte, la de sus compañeros ha sido una muerte inútil:
Aquí estoy, bajo la tierra, en la repugnante compañía
de crecientes legiones de vermes insaciables.
Yazgo aquí, en una huesa sin cruz y sin nombre,
como muchos millones de camaradas.
jPero no puedo reposar! ¡No puedo reposar!
¡No puedo reposarl
¡Porque ahora comprendo, Señor, que he muerto en vano! 11
Hasta el momento de la muerte del Soldado nos encontramos con una analepsis. Tras el relato de su caída nos encontramos en el presente en el momento desde el cual está narrando la historia. Y es en este momento en el cual comienza a realizar la acusación más dura contra los nuevos opresores. El último verso es uno de los más terribles el Soldado reconoce que su sacrificio, su juventud truncada fue en vano.

10.  OPRESORES/OPRIMIDOS

Las imágenes de pesadilla que pueblan las escenas anteriores a la muerte evidencian la crítica al nazismo. Tras el fin de la guerra y la muerte del soldado se plantea un nuevo quiebre. Los aliados que se consagraron como defensores de la libertad son ahora los opresores. El comunismo soviético y los gulags son el foco de atención del poema. El Soldado ha perdido la paz tras su muerte y observar el nuevo estado de cosas en el cuál se encuentra el mundo:

¿Cómo dormir? ¿Cómo encontrar sosiego?
Insomne desde aquí, pavorosamente insomne,
con los ojos acusadores de mi eternidad
sigo viendo a los hombres transformados en chacales.

Diversas marcas dejan ver en el poema la desatada persecución religiosa producida en la URSS. La cita bíblica y el pronombre Aquel en mayúsculas deja en claro las referencias religiosas. La referencia a los venerables pastores nos retrae nuevamente a la religiosidad.  Es evidente la referencia a la persecución de los cristianos:
en infames mazmorras agonizan
venerables pastores
cuyo único crimen es su encendido amor
por Aquel que nos dijo:
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”;
 se aherroja a la palabra insobornable

Los persecutores son caracterizados mediante sutiles metáforas referentes en su mayoría al mundo animal:
 se extiende sobre todo lo creado
 como horrendas brigadas de crótalos
 y espantables legiones de velludas arañas
 y repulsivas escolopendras.
Pero hay algo más triste todavía,
algo infinitamente más amargo:
¡No hay lugar en la tierra para los hombres libres!
¿Cómo dormir? ¿Cómo encontrar reposo? 12

Las metáforas relacionadas con insectos y serpientes amplían el significado de los perseguidores. Son evidentemente hijos del mal y de la oscuridad. Un mal que el futuro arrojará al olvido:

Seréis broza, y no "polvo enamorado’’,
y crecerán sobre ella oscuramente
odio y rencor, si no piadoso olvido.

Es clara la referencia al soneto de Quevedo. Los autoritarios luego de manejar un poder omnímodo serán broza serán desecho no el polvo enamorado que vivirá en la eternidad.
Finalmente, el Soldado dirige sus palabras a los perseguidores:

¡Basta, insensatos, basta!
¡Basta! ¡Basta! ¡Basta!
¿No oís mi grito cósmico
 al que se une el de millones de hermanos
 inmolados como yo por vuestra ceguera
 y vuestros odios estériles?
¿No veis mis horribles manos
cruzadas ante vosotros en actitud de súplica?
¿No veis que se estremecen mis despojos?
¿No oís que irrumpe de mi boca desdentada?
mi tremendo clamor
como un torrente de abrasadora angustia? 13
una serie de preguntas se dirigen a los señores de la guerra, sin hallar respuesta. La muerte de millones de americanos muertos en la guerra no tiene valor para quienes han decidido impulsar nuevas injusticias. En versos anteriores la victoria ha sido vista como algo inútil: ¡Cuántas derrotas experimentamos/ antes de alcanzar la inútil victoria definitiva! La muerte del Soldado ha sido en vano. Consiguió la libertad por un breve lapso de tiempo. Razón por la cual, el Soldado al final del poema pide una segunda muerte. Venció al nazismo pero, fue en vano surgieron nuevos opresores destinados a destruir la paz de la tierra. Terminada la Segunda Guerra Mundial comienza la Guerra Fría. El comunismo comienza a extenderse a liberar las persecuciones religiosas. El mundo vuelve al principio y el Soldado siente desde la eternidad que ha muerto en vano.
La razón de que el poema sea una elegía no es tanto la muerte del Soldado sino más bien el hecho de que haya muerte en defensa de la libertad y una vez ganada la libertad se pierda con la aparición de los nuevos regímenes autoritarios.

11.  CONCLUSIONES


El poema insinúa una dura crítica a los sistemas totalitarios del siglo XX junto con una mirada negativa de la guerra en cuanto que los defensores de la libertad se convirtieron en opresores. Comunismo y nazismo son representados sutilmente en el poema mediante referencias a sus víctimas. El pueblo de Israel en las razas de sagrado linaje y en el cristianismo en los venerables pastores. Por medio de los perseguidos podemos identificar a los agresores. Y concluir en primer lugar que el poema representa una crítica a las ideologías totalitarias.
En segundo lugar, vimos en el personaje del Soldado ciertos rasgos del héroe épico. Un luchador de la libertad entendida como los móviles antiquísimos del héroe: la religión, la patria y la familia. Es así como Bufano ha conseguido estructurar en un mismo poema temas de raigambre universal unidos a los motivos propios de su contexto político y social inmediato. La genialidad del poema reside justamente en este aspecto tan caro a Bufano universalizar lo inmediato.


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